La Peligrosidad en la Lengua de las Personas Públicas “La Manipulación”
(la
libertad de opinión la cual se usa y abusa)
"La fuerza desencadenada del
átomo lo ha transformado todo menos nuestra forma de pensar. Por
eso nos encaminamos hacia una catástrofe sin igual".
¿Qué forma de
pensar hubiéramos debido cambiar para evitar este desastre? Sin duda, Einstein
se refería al estilo de pensar objetivista, dominador y posesivo que
hizo quiebra en la primera guerra mundial y no fue sustituido por un modo de
pensar, sentir y querer más ajustado a nuestra realidad humana.
Los pensadores más lúcidos nos vienen
instando desde el período de entreguerras a cambiar el ideal y superar
el afán de poder mediante una decidida voluntad de servicio. Este giro
fue realizado en círculos escogidos, pero no en las personas y los grupos que
deciden la marcha de la sociedad. En éstos siguió operante un afán incontrolado
de dominio, dominio sobre cosas y sobre personas.
El dominio y control sobre los seres
personales se lleva a cabo mediante las técnicas de manipulación. El
ejercicio de la manipulación de las mentes encierra especial gravedad en este
momento por tres razones básicas:
1)Sigue
orientando la vida hacia el viejo ideal del dominio, que provocó dos hecatombes
mundiales y no logra colmar hoy nuestro espíritu pues ya no podemos creer en
él.
2)Impide dar un giro decidido hacia un nuevo
ideal que sea capaz de llevar nuestra vida a plenitud.
3)Incrementa el desconcierto espiritual de una
sociedad que perdió el ideal que persiguió durante siglos y no logra descubrir
uno nuevo que sea más conforme a la naturaleza humana.
Si queremos colaborar eficazmente a
configurar una sociedad mejor, más solidaria y más justa, debemos poner
al descubierto los ardides de la manipulación y aprender a pensar con todo
rigor. No es demasiado difícil. Un poco de atención y finura
crítica nos permitirá delatar los trastrueques (lunfardo) de conceptos que se están cometiendo y aprender a hacer
justicia en la realidad.
No basta vivir en un régimen democrático para ser libres de verdad. Hay que conquistar la libertad día a día frente a quienes intentan arteramente dominarnos con los recursos de esa forma de ilusionismo mental que es “la manipulación”.
(http://tn.com.ar/musica/hoy/cordera-lanzo-una-polemica-frase-sobre-las-violaciones-y-luego-se-defendio-en-facebook_697289 )
Esta conquista sólo es posible
si tenemos una idea clara de cuatro cuestiones: lª) Qué significa manipular,
2ª) Quién manipula, 3ª) Para qué manipula, 4ª) Qué táctica
moviliza para ello. El análisis de estos cuatro puntos nos permitirá al
final discernir si es posible poner en juego un antídoto de la manipulación.
Estamos a tiempo de salvaguardar nuestra libertad personal con todo cuanto
implica. Hagámoslo animosamente.
l. Qué significa manipular
Manipular equivale a manejar.
De por sí, únicamente son susceptibles de manejo los objetos. Un
bolígrafo puedo utilizarlo para mis fines, cuidarlo, canjearlo, desecharlo.
Estoy en mi derecho, porque se trata de un objeto. Manipular es tratar a una
persona o grupo de personas como si fueran objetos, a fin de dominarlos
fácilmente. Esa forma de trato significa un rebajamiento de nivel, un envilecimiento.
Esta reducción ilegítima de las personas a
objetos es la meta del sadismo. Ser sádico no significa ser
cruel, como a menudo se piensa. Implica tratar a una persona de tal manera que
se la rebaja de condición. Ese rebajamiento puede realizarse a través de la crueldad
o a través de la ternura erótica. Cuando, en tiempos recientes, se
introducía a un grupo numeroso de prisioneros en un vagón de tren como si
fueran paquetes, y se los hacia viajar así durante días y noches, no se
intentaba tanto hacerles sufrir cuanto envilecerlos. Al ser tratados como meros
objetos, en condiciones infrahumanas, acababan considerándose unos a otros como
seres abyectos y repelentes. Tal consideración les impedía unirse entre sí y
formar estructuras sólidas que pudieran generar una actitud de resistencia.
Reducir una persona a condición de objeto para dominarla sin restricciones es
una práctica manipuladora sádica.
Conviene mucho distinguir con nitidez los dos
planos en que podemos movernos: el corpóreo y el espiritual, el
que es susceptible de manejo y el que pide respeto. Cuando
una persona acaricia a otra, pone su cuerpo en primer plano, le concede una
atención especial. Siempre que unas personas se relacionan con otras, su cuerpo
juega cierto papel en cuanto les permite hablar, oír, ver... Si no se trata de
una comunicación afectiva, el cuerpo ejerce función de trampolín para
pasar al mundo de las significaciones que se quieren transmitir. Hablamos
durante horas de un tema y otro, y al final recordamos perfectamente lo que
dijimos, la actitud que adoptamos, los fines que perseguimos, pero
posiblemente no sabemos de qué color tiene los ojos nuestro coloquiante. Nos
vimos, pero no detuvimos nuestra atención en la vertiente corpórea. No sucede
así en los momentos de trato amoroso. En éstos, el cuerpo de la persona amada
cobra una densidad peculiar y prende la atención de quienes se manifiestan su
amor. El amante atiende de modo intenso al cuerpo de la amada. Si ve en él la
expresión sensible del ser amado y toma su gesto de ternura como un acto en el
cual está incrementando su amor a la persona, su modo de acariciar
tendrá un carácter personal. En tal caso, el cuerpo acariciado adquiere
honores de protagonista, pero no desplaza a la persona, la hace más bien
presente de modo tangible y valioso. La caricia personal no se queda en
el cuerpo, se dirige a la persona. Cuando dos personas se abrazan, sus cuerpos
entrelazados juegan un papel sobresaliente, pero no constituyen la meta
de la atención; son el medio expresivo del afecto mutuo. La persona, en tal
abrazo, no queda relegada a un segundo plano. Al contrario, es realzada. En
cambio, si la atención se detiene en el cuerpo acariciado, sencillamente por el
atractivo sensorial que implica tal gesto, el cuerpo invade todo el campo de la
persona. Esta es vista como objeto, realidad asible, manejable, posible,
disfrutable... Pero a un objeto no se lo ama , se lo apetece solamente.
De ahí el carácter penoso de la expresión "mujer-objeto" aplicada a
ciertas figuras femeninas exhibidas en algunos espectáculos como
objeto-de-contemplación o tomadas en la vida diaria como objeto-de-posesión.
El amor erótico de los seductores de tipo
donjuanesco es posesivo, y en la misma medida va unido con la burla y la
violencia. Don Juan, el "Burlador de Sevilla" -según la
atinada formulación de Tirso de Molina-, se complacía en burlar a las víctimas
de su engaños y en resolver las situaciones comprometidas con el manejo
expeditivo de la espada. Esta violencia innata, muchas veces soterrada, del
amor erótico explica que pueda pasarse sin solución de continuidad de unas
situaciones de máxima "ternura" aparente a otras de extrema violencia.
En realidad, ahí no hay ternura, sino reducción de una persona a objeto. La
violencia de tal reducción no queda aminorada al afirmar que se trata de un
objeto adorable, fascinador. Estos adjetivos no redimen al sustantivo
"objeto" de lo que tiene de injusto, de no ajustado a
la realidad. Rebajar a una persona del nivel que le corresponde es una forma de
manipulación agresiva que engendra los diferentes modos de violencia que
registra la sociedad actual. La principal tarea de los manipuladores consiste
en ocultar la violencia bajo el velo seductor del fomento de las libertades.
En el albor de la cultura occidental, Platón
entendió por "eros" la fuerza misteriosa que eleva al hombre a
regiones cada vez más altas de belleza, bondad y perfección. Actualmente,
se entiende por "erotismo" el manejo de las fuerzas sexuales
con desenfado, sin más criterio y norma que la propia satisfacción inmediata.
Obviamente, esta reclusión en el plano de las ganancias inmediatas supone una
regresión cultural.
2. Quién manipula
Manipula el que quiere vencernos sin convencernos,
seducirnos para que aceptemos los que nos ofrece sin darnos razones. El
manipulador no habla a nuestra inteligencia, no respeta nuestra libertad; actúa
astutamente sobre nuestros centros de decisión a fin de arrastrarnos a tomar
las decisiones que favorecen sus propósitos.( http://www.nuestromar.org/noticias/politica_y_economia_102008_19226_moyano_manipula_conflictos_para_presionar_al_gob
)
Cuando se quieren imponer
actitudes e ideas referentes a cuestiones básicas de la existencia -relativas a
la política, la economía, la ética, la religión...-, la manipulación ideológica
adquiere suma peligrosidad. Por "ideología" se entiende actualmente a
menudo un sistema de ideas esclerosado, rígido, que no suscita adhesiones por
carecer de vigencia y, por tanto, de fuerza persuasiva. Si un grupo social lo
asume como programa de acción y quiere imponerlo a ultranza, sólo tiene dos
recursos: l. la violencia, y aboca a la tiranía, 2. la astucia y recurre a la
manipulación. Las formas de manipulación practicadas por razones
"ideológicas" suelen mostrar un notable refinamiento, ya que son
programadas por profesionales de la estrategia .
( En La ideología Alemana Marx
afirma que "las ideas de la clase
dominante son en todas las épocas, las ideas dominantes. Este postulado,
si bien hay que aplicarlo actualmente a instituciones que, en tiempos de Marx,
tenían una existencia limitada, sería el punto de partida para un cuerpo
teórico predictivo a respecto a los medios cuyo supuesto fundamental es la
unidad de la "elite" de la sociedad, así como una subordinación de
los demás sectores sociales a los intereses de la clase dominante.)
3. Para qué se manipula
La manipulación responde, en general, a la
voluntad de dominar a personas y grupos en algún aspecto de la vida y dirigir
su conducta. La manipulación comercial quiere convertirnos en clientes,
con el simple objetivo de que adquiramos un determinado producto, compremos
entradas para ciertos espectáculos, nos afiliemos a tal o cual club...El
manipulador ideólogo intenta modelar el espíritu de personas y pueblos a fin de
adquirir dominio sobre ellos de forma rápida, contundente, masiva y fácil.
¿Cómo es posible dominar al pueblo de esta forma? Reduciéndolo de comunidad
a masa.
Las personas, cuando tienen ideales valiosos,
convicciones éticas sólidas, voluntad de desarrollar todas las posibilidades de
su ser, tienden a unirse entre sí solidariamente y estructurarse en comunidades.
Debido a su interna cohesión, una estructura comunitaria resulta
inexpugnable. Puede ser destruida desde fuera con medios violentos, pero no
dominada interiormente por via de asedio espiritual. Si las personas que
integran una comunidad pierden la capacidad creadora y no se unen entre sí con
vínculos firmes y fecundos, dejan de integrarse en una auténtica comunidad; dan
lugar a un montón amorfo de meros individuos: una masa. El
concepto de masa es cualitativo, no cuantitativo. Un millón de personas que se
manifiestan en una plaza con un sentido bien definido y sopesado no constituyen
una masa, sino una comunidad, un pueblo. Dos personas, un hombre
y una mujer, que comparten la vida en una casa pero no se hallan debidamente
ensambladas forman una masa. La masa se compone de seres que actúan entre sí a
modo de objetos, por vía de yuxtaposición o choque. La comunidad es formada por
personas que ensamblan sus ámbitos de vida para dar lugar a nuevos ámbitos y
enriquecerse mutuamente.
Al carecer de cohesión interna, la masa es
fácilmente dominable y manipulable por los afanosos de poder. Ello
explica que la primera preocupación de todo tirano -tanto en las dictaduras
como en las democracias, ya que en ambos sistemas políticos existen personas
deseosas de vencer sin necesidad de convencer- sea privar a las gentes de
capacidad creadora en la mayor medida posible. Tal despojo se lleva a cabo
mediante las tácticas de persuasión dolosa que moviliza la manipulación.
4. Cómo se manipula
El tirano no lo tiene fácil en una
democracia. Quiere dominar al pueblo, y debe hacerlo de forma dolosa
para que el pueblo no lo advierta, pues lo que prometen los gobernantes en una
democracia es, ante todo, libertad. En las dictaduras se promete eficacia,
a costa de las libertades. En las democracias se prometen cosas nunca
alcanzadas de libertad aunque sea a costa de la eficacia. ¿Qué medios tiene en
su mano el tirano para someter al pueblo mientras lo convence de que es
más libre que nunca?
Ese medio es el lenguaje. El
lenguaje es el mayor don que posee el hombre, pero el más arriesgado. Es
ambivalente: el lenguaje puede ser tierno o cruel, amable o displicente,
difusor de la verdad o propalador de la mentira. El lenguaje ofrece
posibilidades para descubrir en común la verdad, y facilita recursos para
tergiversar las cosas y sembrar la confusión. Con sólo conocer tales recursos y
manejarlos hábilmente, una persona poco preparada pero astuta puede dominar
fácilmente a personas y pueblos enteros si éstos no están sobre aviso. Para
comprender el poder seductor del lenguaje manipulador debemos estudiar cuatro
puntos: los términos, los esquemas, los planteamientos y
los procedimientos.( http://www.lacapital.com.ar/el-lenguaje-la-precariedad-politica-el-cambio-y-las-continuidades-n500508
)
Antídoto contra la manipulación
La práctica de la manipulación altera la salud
espiritual de personas y grupos. ¿Poseen
éstos defensas naturales contra ese virus invasor? ¿Cabe poner en juego un
antídoto contra la manipulación demagógica?
Actualmente, es imposible de hecho reducir el
alcance de los medios de comunicación o someterlos a un control eficaz de
calidad. No hay más defensa fiable que una debida preparación
por parte de cada ciudadano. Tal
preparación abarca tres puntos básicos:
1)Estar alerta, conocer en pormenor
los ardides de la manipulación.
2)Pensar con rigor, saber utilizar el
lenguaje con precisión, plantear bien las cuestiones, desarrollarlas con
lógica, no cometer saltos en el vacío.
3)Vivir creativamente. Lo más valioso de la
vida sólo se lo aprende de verdad cuando se lo vive.
Tulio decía: "Si
los Dioses quisieran hablar el lenguaje de los hombres, emplearían el de
Platón".
Su escuela llevaba el nombre de Academia (estudiaban en los jardines de un hombre llamado Academus). Tan distinta e importante fue su forma de enseñanza: El diálogo. El protagonista de la mayoría de sus diálogos fue su maestro Sócrates.
La filosofía de Platón inaugura en la historia del pensamiento, la realidad inmaterial; el mundo de las ideas.
Su escuela llevaba el nombre de Academia (estudiaban en los jardines de un hombre llamado Academus). Tan distinta e importante fue su forma de enseñanza: El diálogo. El protagonista de la mayoría de sus diálogos fue su maestro Sócrates.
La filosofía de Platón inaugura en la historia del pensamiento, la realidad inmaterial; el mundo de las ideas.
Fuente:
1-
Dr.
Alfonso López Quintás “La
Manipulación del Hombre
a Través del Lenguaje”.
a Través del Lenguaje”.
2-
Aristoteles (384 – 322 a.c.) “Introducción Etica”.
3-
Cf. Nietzsche
I, Neske, Pfullingen 1961, p. 400
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